Resumen
La educación superior es un eslabón clave en una sociedad que tiene entre sus fines últimos la educación como bien social y público en tanto derecho. En estas instituciones los sujetos educandos desarrollan pensamiento autónomo de forma crítica a partir de la construcción de un pensar problematizador ligado a las realidades en que viven y con las que conviven cotidianamente. Se brinda a los sujetos la oportunidad de plantear interrogantes antropológicas, sociales, culturales, artísticas, políticas, éticas y económicas vinculadas a su ser en el mundo. Desde inicios del siglo XXI, en América Latina se vienen cumpliendo estos procesos en las instituciones de educación superior. Nuevas generaciones de jóvenes latinoamericanos han ingresado a la educación superior por primera vez en su historia familiar. De esta forma, la educación superior se ha ido transformando en un espacio educativo donde se logra plasmar una nueva forma escolar democrática e inclusiva como proyecto social y colectivo. No obstante estas finalidades intrínsecas de la educación superior por las que se ha venido trabajando, a partir de los escenarios de pandemia que eclosionan en América Latina (y el mundo) a partir del año 2020, encuentran un nuevo desafío: ¿cómo continuar trabajando en clave de socialización inclusiva cuando las condiciones de los contextos socioeducativos parecen estar agudizando las inequidades? En este sentido, se presentan algunas categorías analíticas clave como eje del trabajo pedagógico en la educación superior en América Latina para continuar con el proceso democratizador
de la socialización inclusiva aun en escenarios de pandemia.