Resumen
El texto que aquí se presenta nos remite a un aspecto generalmente no tomado en cuenta por los docentes, sobre todo si estos se desempeñan en la enseñanza superior. Nos referimos a la problemática del aprendizaje, específicamente de aquellos procesos llevados a cabo en el aula, y a las condicionantes no cognitivas que eventualmente pudieran favorecer o bloquear la apropiación del saber por los estudiantes. Es una pregunta acerca de la afectividad y las relaciones intersubjetivas que, quiérase o no, contribuyen a crear el clima necesario para desarrollar en forma integral tanto la capacidad cognitiva como la sensibilidad, la creatividad y otras formas de pensar del sujeto. No es común que la academia reconozca y valore esas capacidades, como tampoco valora el papel que desempeñan la intuición y el razonamiento analógico en el aprendizaje. Es una pregunta por el significado del aula (que es algo más que el espacio físico donde se reúnen docente/s y alumnos) y lo que en ella ocurre. Un intento por responder a la gran interrogante sobre la diversidad de formas que toma la afectividad en función de la multiplicidad de vínculos intersubjetivos que en ese escenario tan particular como es el aula se desarrollan y entretejen, y que inciden, de alguna manera, en el objetivo principal de la enseñanza formalizada: la construcción del conocimiento. En esencia es una pregunta sobre la realidad compleja y contradictoria del fenómeno «aula» y sobre el acto pedagógico que en ella se desarrolla.