Resumen
La universidad actual está enfrentando intensos desafíos relacionados con el equilibrio entre democratización y calidad de la educación superior en un contexto marcado por la globalización. También se registran cambios significativos en las formas de producción y socialización del conocimiento y de los actores académicos, así como una intención de dar respuesta a las demandas sociales. La tensión entre lo local y lo universal provoca movimientos y reflexiones con respecto a la tensión entre un patrón de calidad para todos y el respeto a las peculiaridades históricas y coyunturales que produce la universidad. En ese contexto, el discurso sobre la indisociabilidad entre enseñanza, investigación y extensión continúa universalmente aceptado como referencia de la calidad académica. Mientras tanto se verifica que hay ambigüedades en la comprensión de ese discurso y que esa condición fragiliza la operacionalización más consistente de su contenido. Analizando este tema a través de la investigación empírica y bibliográfica, buscamos problematizar su importancia desde una perspectiva epistemológica para que se produzcan consecuencias políticas que ayuden a la universidad en la definición de su proyecto institucional.